Es frecuente que al tratar de escribir con cierta celeridad usando el teclado del computador caigamos en errores tipográficos o terminemos algo agotados cuando debemos escribir largos informes. Ante esto uno puede cuestionarse su capacidad para la dactilografía, pero una respuesta más científica a este problema puede estar en los orígenes del teclado que actualmente usamos.
La disposición de las letras en el teclado del computador es conocida como QWERTY y debe su nombre a la secuencia de las seis primeras letras. Esta distribución fue diseñada y pensada para dificultar la escritura rápida, ya que en las antiguas máquinas de escribir que utilizan el mecanismo de martillo es un problema cuando se presionan dos o más teclas de forma simultánea o muy seguidas, ya que se traban al chocar. El diseño fue obra Christopher Sholes y fue incorporado en las máquinas fabricadas por la empresa Remington & Sons que salieron al mercado en el año 1874 las cuales tuvieron una muy buena aceptación lo que se tradujo posteriormente en éxito comercial. Luego, con la introducción del computador personal se adoptó el mismo diseño de distribución de teclas de las ya masificadas máquinas de escribir, lo que se mantiene hasta el día de hoy.
Si bien ha surgido varias alternativas que buscan destronar el reinado QWERTY, como por ejemplo la del profesor de pedagogía August Dvorak en el año 1932, ninguno de ellos ha logrado hasta el día de hoy imponerse como una real alternativa.
Por ahora debemos seguir sufriendo las consecuencias de un diseño que no fue pensado para las tecnologías actuales, sino heredado de las tecnologías antiguas.
Más información en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Teclado_QWERTY
http://www.infobae.com/notas/nota.php?Idx=185996&IdxSeccion=100613
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